Confesiones



Confesión I




La duda es un veneno mortal, que enreda y confunde, borra del corazón todo indicio de amor bueno, y desencadena la fugaz ira y soberbia que examina fríamente los hechos y retuerza todo indicio de calma.


Cuando una mujer se propone conquistar a un hombre, no hay nada que le cambie de parecer: es capaz de arriesgar su matrimonio y le resultará desagradable la presencia de su esposo. Cuando una mujer se empeña en pertenecer a otro hombre, el que era le deja de interesar hasta el punto de despreciarlo completamente.

Cuando a una mujer se le mete en la cabeza pertenecer a un hombre, lo quiere para tener hijos, más de los que pudo tener con otra mujer. Todo para amarrar su atención e interés. Todo esto es hasta que llegue otro hombre y le cause mayor atención.


Cuando una mujer se obsesiona por un hombre es capaz de mendigar una pisca minúscula e insignificante de confianza, cosa que aprovecha lenta y sutilmente hasta dejarlo confiado por completo, y entonces es el momento cumbre para satisfacer la necesidad de dominarlo, jugar con él, despreciarlo, aburrirse y sentirse victoriosa ante una potencia. Después, deja de interesarnos, porque deja de hacernos sentir mujer.



Por mantener la atención de un hombre que sexualmente nos satisface, aceptamos y pedimos ser su objeto de desahogo, nos dejamos golpear o maltratar si es su satisfacción. Ya en ese punto obsesivo y caprichoso no importan las conveniencias, sino hacer nuestro deseo, exactamente como queremos.


Entre una mujer obsesionada y el hombre deseado, todo lo que contradiga o estorbe sus deseos queda fuera de su aceptación; no importa nada, ni hijos, ni padres, ni amigos ni otros hombres, todo se quita para mantener en vigilancia el objeto venerado. Nos gusta mantener vigilancia extrema en las acciones o palabras del hombre deseado, un pequeño cambio se siente peligroso y exigimos con violencia explicación.
El orgullo de una mujer es la vanidad, imprescindible para engatusar fácilmente, para entretenernos con ello, para mantener los celos, y activar su vileza, cosa que nos gusta. Como nos gusta dominar y exhibirnos a todos los hombres, nos gusta también el dinero con creces, para adornarnos y embellecernos exteriormente. Nos gusta sentirnos objeto de gran valía, vendida solo al mejor postor. Si una mujer tiene hijos de un hombre, y quiere tener a otro, los hijos los considera solo de él, y lo que le interesa realmente es amar al otro, con otros hijos, con dinero, con complacencia, para satisfacer todas las necesidades que él le pida, todo eso solo hasta que se sienta fuerte; entonces, comenzará a exigir, o más bien, que le debe a ella todo lo que pida.
Cuando una mujer siente que un hombre la engaña, muchas veces es acertado, y otras no, pero si es cierto, sentimos tanta ira que queremos hasta matar a quien nos hace competencia. Sentimos que el hombre es de nuestra propiedad y no tenemos la intención de ayudarlo si lo pide o mejorar la situación, o siquiera aceptar que el amor muere, porque lo que se obtiene se atesora para guardarlo y usarlo a nuestra conveniencia, lo mismo que las joyas. 
Queda satisfacción, pero solo cuando se quiere.




Juana M.
Paris, diciembre 2009

Confesión II





Lara es un hombre mortal, no se puede decir algo más especial que eso, pero esa palabra hombre en él resulta complementada y ramificada de tantas maneras que casi siempre no pensamos que es un hombre.
   

También le pegaría decir de él que es un genio, pero su genialidad se dispersa hacia tantas dimensiones que no quedaría satisfecho caracterizarlo como tal. Él es un fiel amante de la espiritualidad. Sin embargo, desconocemos lo frágil que resulta una persona espiritual, pero es imposible concluir que solo se destaca su espiritualidad.


Yo empezaría que Lara es un hombre genial, con un espíritu especial, que gracias a su imperfección resulta maravilloso presenciar, cuando se enfrenta a alguna decadencia de su parte, su alma se rebela y se entrega convencida de obrar bien, se desgarra y se lastima, pero no renuncia; y eso es —sin duda alguna— lo más bello.

Lara es un hombre maravilloso, en el que contrastan dulcemente sus manifestaciones humanas.

Es una persona que ama, amor verdaderamente dinámico, paciente, revelador y constructivo, amor a un amigo y al enemigo. Ese amor se puede sentir por los innumerables esfuerzos en que se involucra para lograr decir o mostrar de la manera que debe y desea ser recibido.

Eso es lo que hace un buen padre con su hijo y un buen hijo con su padre, eso es lo que hace un buen ser humano para con sus semejantes. Jesús Lara Sotelo es su nombre, pero aunque, si por un momento de imaginación no tuviese ese nombre, es decir, fuera un hombre común su semblante, su mirada y su palabra dirían —por si solas— lo que es relevante.

Jesús Lara Sotelo es voluntad rotunda, tanto que inspira miedo, y lo digo porque no solo una persona se ha paralizado cuando cerca de él, y cuando se está en presencia de él también habría que incluir cualesquiera de sus manifestaciones artísticas; obra y hombre son lo mismo, tienen vida y respiran, hablan y conceptúan, penetran hondo, producen temor (no miedo) y nos dejan —sencillamente— maravillados.

A Lara se le ama o se le odia. Son extremos reales donde se puede elegir, y seguro que serán sentimientos profundos; o se le ama con todas las fuerzas de nuestro o se le odia mortalmente. Y es que él es —al decir martiano— «un hombre sincero de donde crece la palma». Tanto que llegan a doler sus palabras dulces y rectas, con la misma magnitud como llega todo lo que él hace sentir. Lara no vacila en lo blando, sino es para acomodar alguna realidad.

Jesús Lara es un genio de la humanidad a favor del bien y de lo bello, en él se aprecia sin titubeos la crudeza de la realidad, que es la más hermosa de la formas. Lara es esencialmente un hombre humilde y discreto, capaz de realizar magnificencia con la misma felicidad que aguantar tristezas, porque él no tiene miedo, porque es capaz de vivir conscientemente con la verdad, sin desvíos ni velos con la misma humanidad, y en lo fundamental, con la de él. 

Es un hombre entero, sin trampas ni escapes, acepta y transforma, y no es magia, es voluntad e ingenio. Es alguien a quien amaremos siempre, y aun en el odio lo necesitaremos, porque es un hombre necesario y trascendente, tan bello como sencillo y tan resplandeciente como transitorio.

Lo mejor  es lo que nos deja a todos, es lo que él tanto prioriza, a pesar de sí mismo, porque no obstante sus obras geniales, es inimaginable el sacrificio para realizarlas, pero lo acepta y es feliz por ello y con ello, y toma sus manos para crear amor, sendero y aliento. Lo mejor de él es lo que llega, y aquellos que lo hemos experimentado: amor u odio, lo sabemos, y es así como Jesús Lara Sotelo llega a ser eterno.

¿Que es lo que Jesús Lara Sotelo produce en las mujeres?

Jesús Lara Sotelo es un hombre firme, seguro, con un cociente intelectual desmedido y una gran inteligencia emocional, es un ejemplar sensual y exótico, de manera a veces inconsciente, es un amador de lo bello, de lo que distingue realmente como belleza, pero —sobre todo— ama a la mujer.

Su amor se desplaza a toda mujer como admiración hacia su inteligencia y locuacidad, es su amor hacia una madre sacrificada y consagrada, a la mujer fiel, obediente y amorosa, a la amiga segura y completa, a la niña que crece, el futuro del hombre que se forma.

La comprensión y conocimiento que tiene Lara de una mujer es impresionante, y por ser hombre se hace digno de elogio. ¿No hay una mujer a quien se le haya escapado una furia incontrolable?

Lara sabe la razón y la solución. No se comprende fácilmente ese don propio que posee, pero estoy segura de que hay cosas que no se aprenden, simplemente se saben.
Y si Lara ama a todo ser humano, cómo no amar a la mujer, que a través de la historia ha sido la más sufrida y maltratada, pero ¿qué ocurre ahora? sale la mujer a la defensa como una víbora venenosa, sutil y silenciosa, ¿y qué les sucede a la mujeres con Lara?, que su veneno no surte efecto, porque sus conocimientos y sentimientos ya están forjados y le sirven de antídoto, ¿y que se necesita para engañarlo?, lo seguro que se logrará es una guerra perdida, ser víctima de la ilusión. ¿A qué mujer no le gusta un hombre varonil?, el hombre de hoy piensa que ser varonil es gritar, golpear, emborracharse, estar a la moda, y cuidarla por muy ridícula que sea, pero ahí está Lara, sencillo, humilde e imponente, despojado de atributos triviales y sin ningún vicio que se lleve a la moda, pues él es su propia moda.

¿A qué mujer no le gusta un hombre seguro y fuerte, sentirse que está con un hombre y no con su mejor amiga? El hombre de hoy considera la fortaleza de una manera muy superficial: la resuelve en un gimnasio, y la seguridad en simplemente hacer lo que quiere, sea lo que sea y cueste lo que  cueste, pero ahí está Lara, quien sabe lo que realmente quiere y cómo —tenerlo siempre a menos no vaya en contra de sus valores— ¡cuántos deseos inspira!

¿A qué mujer no le gusta un hombre sensual, amoroso y romántico? Actualmente esos atributos se los han dejado exclusivamente a los homosexuales, pero ahí está Lara, con esa voz que paraliza y acaricia.

¿A qué mujer no le gusta un hombre popular y conocido mundialmente? Los hombres de hoy consiguen su reconocimiento cuando desempeñan el  humillante papel de bufones halagadores, y la popularidad en tener cientos de mujeres y rechazar otro ciento más, pero aquí esta Lara, un  artista e intelectual reconocido, y quien haya leído su libro Quien eres tú, God de Magod pudo conocer una vida pasada de deshonestidad, y también puede reconocer que —en la actualidad— no se percibe huella alguna de haber pasado por eso, y se le ve con una mujer oficial o sin ninguna, y eso le hace pensar a las mujeres y se preguntan el por qué y ven claramente que su popularidad se debe —con creces— a su buena y correcta actitud y aporte a la humanidad, especialmente hacia las mujeres.

Por último ¿a quién no le gusta un hombre físicamente atractivo?, entre las modas y tendencia locas y liberales, no se sabe realmente si desear a un hombre o sentir algo especial hacia él, pero —otra vez— ahí esta Lara, a quien no es necesario mirar por segunda vez para afirmar que no le falta ni sobra un pelo apetecible, y se puede decir —sin duda alguna— que está completo desde todo punto de vista.

Jesús Lara Sotelo es un punto al blanco venerado por cualquier mujer que tenga dos dedos de frente. Imaginemos a un grupo de mujeres en una tienda donde rebajaron perfumes y ropa a la última moda, a precios módicos. Son capaces de arrancárselas de las manos. Pero, en ese caso, solo hay un Lara, y como nadie es igual a nadie, como él no hay ninguno.
Cuando miles y miles de mujeres viven frustradas, rechazadas, sufridas, rebajadas, maltratadas, desvaloradas, al ver a ese hombre tan sensual, gentil, comunicativo, comprensivo, pasivo, imponente y directo y sumamente apetecible, es como para perder el control muy fácilmente.

Lara es como un sándwich extra especial en un restaurante sin comida y lleno de personas hambrientas, hay quienes le querrán devorar y otros le quieren eliminar, solo para aliviar el peso de reconocerle.

Jesús Lara Sotelo es un favorito entre la humanidad, y sobre todo entre las mujeres, que somos como ninjas, estrategas y expertas en el arte de amar. Vemos a Lara como un «yo quiero que sea mío» y a quien se le acerque, lo mato.

Cada vez más mujeres simplemente dejan de desear a los hombres y prefieren una mujer, que busca comunicación y placer, y reconozco que la línea de hombre que se expande en estos tiempos deja mucho que desear.

Hay que reconocer que hombres como Jesús Lara Sotelo con su ingenio escasean, pero la verdad de su efecto electrizante en las mujeres se debe a que es un hombre, con el significado real que se le ha asignado a esa palabra.

¿Qué es lo que Jesús Lara Sotelo produce en mí? Lara llegó a mi vida de una manera muy sorpresiva, puesto que desde ese mismo instante las incógnitas y revoluciones en mi cabeza no cesaron nunca de trabajar.

Las primeras palabras pronunciadas por él eran tan livianas y suaves, que no me percaté de mi desconfianza desmedida, y en un instante, sentí la misma privacidad que solo se siente cuando se está solo. Desde ese preciso momento, me inundo un gran temor.

Soy una mujer y no perfecta, he tenido mis sueños y mis desengaños, que quizás no sean los peores, pero para mí fue suficiente como para asegurarme muy conscientemente de no mostrarme frágil ante ningún hombre.

De pronto, aparece Lara de la nada, sin intuirlo ni esperarlo, y en cuestión de veinte minutos literalmente ya yo estaba hablando de mí sin temor, y él solo se sonreía…

¿Cómo no sentir temor de alguien que puede abrir tu mente y tu alma a pesar de todo y de nada, y llevarte igual que un cordero al sacrificio?

Desde ese instante, aprendí a tener sumo cuidado para no decir extremo, en todo lo que concierne a la relación con Jesús Lara Sotelo. Es con Lara con quien he puesto en marcha todos mis venenos, todas mis garras y artimañas, pero ha sido lo más doloroso que he experimentado en toda mi vida.

En Lara manifiesto constantemente un espejo, con él he podido ver cuánta maldad puedo crear, cosas tan desagradables que de decirlas no tendría perdón, he visto el mal en mí, tan abrumador y real. Pero es Jesús Lara Sotelo, quien increíblemente conocía el por qué… y todo pasa, todo ese reconocimiento me sana con ese amor y ese saber lo pudo todo, y yo logré perdonarme.

Jesús Lara ha sido un torbellino desde que entró en mi vida y aún lo es, como una tormenta que va desgarrando hieles cimentadas en mi alma, él ha descompuesto y trasformado totalmente mis experiencias, ha borrado totalmente lo que creía que era un hombre, ser humano.

Me ha hecho ver el mundo tal cual como es, me ha dejado el pesado golpe de reconocer, pero también me ha dado armas. Me mostró el camino correcto, pero me dejó decidir qué hacer para recorrerlo, y consecuentemente, convertirlo en un floreciente jardín. 

No obstante, Lara es como una espina que se ha clavado en mi espalda y con ello esclarecí mis sentidos. Lara es como un grito persistente en mi mente y en mi alma, que me deja inconsciente de maldad y lúcida por dar cada vez más.

Después de haber conocido a Jesús Lara Sotelo, amigo real que tengo y a quien aprecio sinceramente, he tenido muchas etapas, y ahora estoy en una fabulosa, estoy creando: lo he decidido y quiero ser. Pero Lara sigue siendo un enorme y poderoso torbellino que desgarra y demuele, es como si quisiera que yo con él me ahogue en su propio torbellino, y es que, como ser humano, siento el halar constante de su buen ahínco, ayudar  al amigo, al enemigo.

Jesús Lara e un amigo que te invita a conocer y ver las cosas realmente como son, te brinda su pincel, su mano, su cariño, te da su tolerancia y te pide perdón… si fuera preciso.
Lara ha sido para mí una luz en la inmensa oscuridad, es alguien a quien hay que amar, para imitar, para serle leal. Si contra el mal existen millones de armas, contra el bien no hay quien pueda, el bien se reproduce en él a través del dolor y el amor te contagia, te arrodilla, y eso —y no otra cosa—  es lo que me hace sentir Lara.

Conocer a Lara es presenciar la muerte de la falsa esperanza, con él se derrumban las trampas y las mentiras, porque su fuerza es el amor, la rectitud, el sacrifico y entrega a los demás antes que a sí mismo. Y con ello estoy totalmente vencida.

¿Qué produce Lara en mí? Con él experimento una nueva versión del amor hacia mi padre, la misma entrega que a mis hijas, su piel es mi carne, el hermano que nunca tuve, el amor eterno que todos anhelamos, mi vida y mi muerte.

Jesús Lara Sotelo tiene la facilidad de producir en mí dolorosos arrepentimientos, crecimientos, pero mucho, mucho más, tanto que borraría todo eso, es que produce en mí felicidad. ¿Que sentiría un ciego si lograra ver? Que sentiría un cojo y un manco si pudiesen hacer malabares?

¿Que sentirá el vacio si se llenase de oxigeno, agua y célula?. ¿Y también, qué se siente al ver los precipicios que tiene este mundo?. Lara ha sido lo más importante y admirable que ha ocurrido en mi vida, porque después de él, las cosas más maravillosas he obtenido y valorado. Jesús Lara Sotelo me ha mostrado que yo también puedo ser importante y admirable como él, pero solo para quien lo quiera saber.







SANDRA B.


Barcelona
OTOÑO DE 2006

Confesión III








Si en el silencio hallara el perdón de mis pecados, mantuviera mi vida y mis pensamientos en un silencio total, me ausentaría del sonido de las palabras y ensordeciera mis sentidos, como quien nunca ha escuchado nada.




Si en el aislamiento sintiera un poco seguras mis vacilaciones depravadas, me desterraría del mundo caminante y aceptaría el desprecio de todos por ausente y rara, pero la verdad es que eso solo aumentaría el perjurio, pues prefiero un suicidio de pensamientos falsos, un desgarramiento de alma fragmentaria, mi silencio solo me aislaría de mi misma y morirían, sin solución, las razones por las que vivo.


Esa telaraña que acaricia mi cara y entumece las hormonas corrompidas, deja un paso hacia esa horrible puerta oscura y tenebrosa, que espera silenciosa mi llegada, no hay paso falso distinguido que diferencie la entrada de la salida; de lo contrario, no cumpliera su deber de engaño.

El espejo tiene antifaz que distrae como caramelos mi ética, indecisa y desgarrada, confundida, ¿de qué me valgo si no sé quién soy?
¿Cómo vivir en paz y verme entre tanto horror? ¿Cómo conseguir mi aceptación? ¿Cómo eliminar la tentación? ¿Cómo conservar mi absolución? ¿Cómo seguir sin tanto temor?

No quiero perder lo que tanto amo, las cosas que amo mucho ¿Cómo vivir si todo lo que creo bien está mal? Quiero saber cómo […], pero seguro lo haré.






AMELI, OCTUBRE 93



Confesión IV








El orgullo de la mujer es inmenso, uno de ellos es el sentimiento de superioridad hacia el hombre, por eso es que necesitamos siempre estar llamando la atención, creemos que somos superiores, pero realmente lo que sentimos es inferioridad.



No hay malestar que nos abochorne más que un hombre que hable con mas cortesía que una mujer, que sepa comportarse correctamente y sea más inteligente que una mujer, no hay nada más vergonzoso para una mujer que un hombre sea mas aseado y presumido que una mujer.



Para nosotras ese no es hombre sino gay, o está fingiendo o es raro. Y no es extraño que una mujer  tenga de amigo a un gay, no es como dicen que le tenemos afecto, porque no nos acosa y es como una buena amiga; todo eso es una falacia, en realidad es un momento oportuno de tener un hombre indefenso y tan confundido, y para nosotras eso es muy divertido, y así tirarle a la cara, como si su confusión fuera poca de que la mujer es sumamente mejor especie que el hombre.


Una mujer se puede acostar fácilmente con un gay, realmente siente atracción por él; siempre nos admiran, nos adulan, nos dan la razón, nos miman y sexualmente nos pueden satisfacer. Un gay es fácil de manipular y nunca trataría de gobernarnos. De todas formas, defiende nuestra manera de pensar, por eso no es extraño que muchos gay atraigan tanto a las mujeres.

Todo eso le puede pasar por la mente a alguna mujer que esté necesitada de afecto, pero en el fondo muy hondo esos sentimientos nos hacen sentir sucias; es una gran decepción y un deseo vacio desear a un homosexual, lo que realmente existe en esa situación es lo torcido y prohibido de su carácter.

Una mujer puede tener muchas virtudes, pero si esa mujer llega a tener algún día poder, sus virtudes le serían muy poco ante su vanidad y su orgullo, porque una mujer con poder siempre tendría la tentativa de su tendencia al oportunismo y la venganza.

Una mujer frustrada, en —al menos— uno de sus objetivos planeados, por muy pequeño que sea, y esencialmente si tiene que ver con un hombre, y como ese es su objetivo esencial ante todas las cosas, esa mujer frustrada se tornará muy agresiva y nerviosa, actúa confusamente, con el más débil que tenga cerca, hacia sus padres e hijos, si los tiene.

Si es el caso de que tenga hijos, les echa la culpa de todos sus males o les hace pagar el doble con agresividad contra ellos todo el mal que siente ella y justifica su reacción a causa de la malacrianza infantil.

Una mujer que está cegada por conseguir un objetivo no mira los daños, solo el objetivo, y muy escasamente es agradecida con quien le haya ayudado a lograrlo y cuando lo hace es siempre por conservar las apariencias. 

Una mujer, una madre cuida a sus hijos con esmero, los mantiene bellos, alimentados, no los abandona nunca y siempre está alerta ante los peligros, y aunque se descuide en algún momento, casi siempre se retracta y regresa su atención afectiva y el apoyo nunca les falta, pero todo eso lo hace una mujer para mantener las apariencias.

El amor hacia sus hijos viene después, porque de tanto esfuerzo y sacrificio todo ser humano se torna mejor, solo así es que crece el amor a los hijos, pero en el inicio solo es deber.

A las mujeres nos gusta ser particularmente únicas, aquí están las más admiradas por las mujeres: las más lindas; las más despiadadas con los hombres; las que no tienen hijos, y si los tienen aún son jóvenes; las que tienen más de un marido; las más egocéntricas; las que tienen un esposo o amante con bastante dinero; las más prostitutas o zalameras; y las que con trampas y artimañas consiguen sus objetivos.

¿Cuál es el hombre de los sueños de una mujer?

Un hombre que nos satisfaga material, carnal y espiritualmente. Un hombre que nos complazca y que no nos diga que no a nada. Un hombre que nos guste física y mentalmente y que solo tenga ojos para la mujer que tiene. Un hombre que no exija ni pida nada que la mujer no quiera darle. Un hombre que no se queje aunque tenga razones y siempre comprenda todo lo que hacemos y nunca nos critique.

Es decir, toda mujer sueña con su hombre perfecto, un príncipe azul, un muñeco de nuestros deseos que solo piense y haga lo que queremos, y ese día nos sentiremos plenamente felices, pero ¡cuidado! el día que cometa un mínimo error en la lista de lo que el muñeco no puede hacer, ese día ciertamente dejará de ser perfecto y lo mandaremos al basurero de todos los hombres.

Mantener un hogar confortable y un ambiente tranquilo y estable para una familia, más que un deber, para una mujer deviene un sacrificio, porque sinceramente nos gusta el drama, el suspenso y el terror, no solo en el cine, nos gusta sentirnos al borde de un precipicio donde se está a punto de perderlo todo, nos gusta arriesgarlo todo porque la inestabilidad emocional nos excita con una locura fuera de lo normal.

Una mujer se cree siempre muy valiente, pero si la situación no le conviene o le disgusta, en ese solo momento le otorga la valentía suprema al hombre, porque pensamos que —en resumidas cuentas— él tiene la obligación de ensuciarse las manos por nosotras, y en ese momento nos sentimos como princesas, y olvidamos por completo que nos convertimos en ogros cuando nos contradicen.

En pequeños actos sutiles de venganza que siempre calcula una mujer, son aquellos actos decorados de perfumes y bellezas con que se injertan las mas mortales bombas en el alma de los hombres para dejarlos atónitos de conciencia, destrozados de desilusión y desesperados, con las manos bien atadas.

Todas admitimos que el hombre comete errores duros de asimilar, pero inconfundiblemente sabemos que nuestra venganza es mortal.

Las mujeres estamos llenas de ternura, amamos mucho a los niños, les damos todo el afecto y el apoyo que necesitan, amamos con locura y pasión al hombre que realiza todos nuestros sueños y le entregamos la vida completa, amamos a quien nos haya ayudado en situaciones difíciles, le decimos continuamente lo agradecida que le estamos, pero muchísimo más nos amamos a nosotras mismas, y eso nos lo demostramos a cada instante, y principalmente, a los demás.


Laura, Noviembre de 2010


Confesión V


Hola, nada, quería contarte como va mi día.
Estoy mejor, creo que esta crisis ha pasado ya. Fui a almorzar con mis hijos y logre detener esta loca carrera.
Tenías razón. En todo.
No justificare mi accionar, por que no tiene sentido en verdad, solo te diré que no me lo esperaba, no creí tener un ego de semejante tamaño.
Es sencillo ser bueno en un mundo sin bondad, es sencillo ser generoso cuando nada tienes. Es fácil engañarse cuando no tienes un espejo que te refleje en cuerpo y alma.
Duele la verdad, no te diré que no, aun siento un poco de angustia, pero creo que es más la resistencia de mi ego ya no tan tácito.
Es duro abrir los ojos y no tener a quien culpar por que solo estas tu.
Mientras estaba en la mesa del restaurante, mire a mi alrededor, me mire a mi misma, a mis hijos, a mi alrededor y me di cuenta de que el mundo seguía exactamente igual, solo yo había estado corriendo como loca huyendo de algo creyendo que iba en pos de algo. ¿Y sabes que descubrí? Que de lo que estaba huyendo era de mi. ¿Curioso no? Se que te estarás sonriendo cuando leas esto, con esa sonrisa dulce que me alivia y enternece. Creo que por eso contigo no tengo secretos. Por que nunca me habían tratado con tanta ternura como lo haces tú.
Tienes razón también cuando dices que pedía a gritos un compañero, un hombre, alguien que fuese capaz de detenerme, de contenerme, de acariciar mi alma y demostrarme que no hay peligro mas inminente que mi propio miedo a ser feliz.
También tienes razón en decir que aun traigo conmigo los viejos paradigmas de una vida de muchos años con un hombre al cual maneje como a un títere, por que se dejó por supuesto, pero eso no exime mi accionar en esa relación. No existe victima sin victimario ni victimario sin victima. No hay culpa en esto, sino reconocimiento.
Hoy, comenzaré a obedecerte, ya he comenzado a hacerlo, me he detenido y descansaré. Me daré ahora un buen baño de inmersión, me mimare y comenzaré a leer un buen libro.
Leer tus aforismos me ha serenado, me calma. Me centran en este nuevo punto en el que me encuentro y desconozco por completo.
Luego mirare una película, hace tiempo que no lo hago. No mirare la de Klimt por que esa quiero verla contigo cuando vengas, por que ahora se que vendrás, al menos ahora lo se, no se en la próxima crisis (pues me has vaticinado otra y la verdad ya no dudo de tus presagios), pero por el momento lo se, cuando vuelva a perderme quizás no este tan segura, pero sabré que aun estas allí.
Quiero decirte mi amor, que ahora se que este será un camino cuando menos empinado. Se que nunca mucho costo poco. Pero se también, que vale la pena el esfuerzo pues no importa lo que suceda, de esto saldré fortalecida, integra y mejor ser humano.
Eres el mayor desafío que he tenido en mi vida, pues estar a tu lado implica crecer, y el proceso ya ha comenzado. Hoy descubro que estaba cómoda en mi trono entre los ciegos, que creí tener todo bajo control y que en verdad solo había cerrado los ojos para no ver el desastre que había producido yo misma a mi alrededor.
La verdad no ha sido agradable, abrir los ojos fue duro, pero era la única manera de modificar una realidad que solo iba en sentido de la destrucción de lo mas importante que tenia y no veía, el ser que mora en mi, mi alma.
No se puede tocar el cielo con las manos sin haber crecido cuando menos un palmo y sin sentir los dolores del crecimiento.
Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, y estaré a la altura de aquello que he pedido y que Dios en su infinita bondad me ha concedido. Dios no da nunca lo que sabe que no soportaras. He aquí la respuesta. Si nos unió es por que podemos estar juntos, si exige que crezca, es por que sabe que puedo hacerlo, que soportare el dolor del estiramiento.
Alea iacta est…la suerte está echada, y haré todo cuanto este en mi para estar a la altura de este nuevo destino y de esta bella tormenta que comparto contigo.
Te amo, con todo mi ser, aun en medio de las crisis y las batallas con mi ego te amo.
Agradezco a Dios que te haya puesto en mi camino, por que solo tu tenías la fuerza y el amor para detenerme y conducirme, pues tengo fuerza, es cierto, pero soy como un caballo desbocado.
Gracias, otra vez, por rescatarme de esta torre que estaba construyendo a mi alrededor. Mi caballero domador de dragones.
Se siente bien poder apoyar mi cabeza en tu hombro, se siente bien estar al lado de un hombre de verdad.


Maria
Venezuela, 2007
Viajando en los brazos del viento

Confesiones VI


Ay mi amor, lo lamento tanto. Me la paso tropezando conmigo, doy un paso y zas de bruces contra el piso. Y me pongo Renfield y sus moscas…quien fue? Quien fue??
Por Dios!!! es como si no supiera caminar…
Mira, me lo estoy tomando con humor por que ya me cansé de llorar como una marrana y oficiar de victima, pues lo peor, es que soy mi propia victima, parezco el Dr. Jekill y Mr. Hide y si lo ves desde aquí al menos llega a ser no se si gracioso, pero un poco bizarro.

Primer acto:
Ella dice:
-Hola ya estoy bien, la crisis paso, la bruma se levantó bla bla bla…
El sonríe, mirándola con atención y paciencia infinita, con esa sonrisa que a ella le hace perder el cerebro (cosa que últimamente no le cuesta mucho)

Segundo acto
Ella dice:
Te amo mi amor!!!! confío en ti, ya te veo, como pude dejar de verte?
El continúa mirándola con la misma bella sonrisa cargada de significados y con la misma infinita paciencia.

Tercer acto:
El duerme plácidamente, suena el teléfono.
Ella dice:
No es necesario que me bloquees en el messenger amor, comprendo si necesitas tu espacio. No te hablaré si no me hablas, no es mi intención invadirte. De verdad. Te amo. Buenas noches. Honestidad ante todas las cosas, de eso se trata esta relación desde el principio.
 (Nótese “el honestidad ante todas las cosas” o el “no te hablare si no me hablas” ¿amenaza velada?, ¿reproche quizás? ¿Un atisbo de soberbia?.)
Ella corta. El se queda un poco desorientado intentando dilucidar si esto es un sueño o en verdad ella lo acaba de llamar. Luego de unos segundos prende el computador, espera a que inicie, se conecta al Messenger y la llama, obviamente ella esta conectada…

El dice:
(Medio dormido, cansado luego de un día horrendo, una ataque de alergia y aun así integro y amoroso)
Amor, ¿que sucede? Por que dices esas cosas?
(Obvio pobre hombre, estaba tratando de dormir, descansar y aparece semejante mensaje. No, si a estas alturas ya se ha ganado el cielo y eso que recién la conoce desde hace 6 meses)
Ella dice:
No mi amor, es que, no es necesario que me bloquees
(lo dice con voz suavecita, de echo la voz de una niña de 5 años lo cual ya es raro y freacky, por que la susodicha porta sus 40 años, eso si, envidiablemente y sin ejercicio) no quiero invadirte, es que me dio vergüenza (Mientras dice estas cosas siente como la silla y todo a su alrededor crece como en Alicia en el País de las maravillas, pero…piiiip…error…no es eso, es ella la que se va achicando, solo que no lo sabe, o no quiere verlo, je) Pensé que te estaba invadiendo, (La voz se le hace cada vez mas finita) y pobre de ti. (Uff a estas alturas la susodicha se encuentra acorralada por el mas absoluto ridículo y no sabe por donde escapar…mmm… patético)
Claro, el, santo hombre de Dios, la escucha, ella siente su mirada llena de ternura aun a esa distancia y le dice con su santa paciencia:
Amor, dime, por que piensas eso? (ella intenta esquivar la mirada tácita en aquellas palabras)
Como vas a pensar que quiero bloquearte? (por que esta confundida? Quizás un poco…paranoica?)
Es que no tengo voz? (el pregunta mientras a ella le hace ruido lo poco que le queda de cerebro en funcionamiento, sus ojos de perrito abandonado en un oscuro callejón,  lo miran intentando parecer inocentemente suspicaces, pero la verdad es irrefutable, pues ese hombre que esta frente a ella, bueno casi enfrente, desde la pantalla por supuesto, jamás, nunca hace nada que no desee, y mucho menos callarse algo que le molesta)
Ella
Mmm…ehhh…ayyy…
El pregunta:
Por que dudas tanto de mi? ¿me crees capaz de algo así? Me estas ofendiendo…
Ella
Ehhh…(Intenta buscar las palabra adecuadas en medio del zumbido palpitante de mmmmensaaaaaaaa, mas solo encuentra, vergüenza)
Lo siento, dice una vez mas (el contador ya esta dando la vuelta a estas alturas, solo en esta semana ella se gasto todos los siento de la temporada) la vergüenza la aplasta.
Se trepa a la mesa, asoma su cabeza por la cámara y le dice con la voz finita, una vez mas: lo siento.
El :
Sonríe, (por supuesto, si la ve, la siente, la sabe, comprende que le sucede y gracias a Dios la ama y por eso la soporta, por eso y por que además no hace ejercicio y de vez en cuando puede ser tierna y tiende a ser divertidamente ridícula) bueno mi amor, no hay nada que perdonar, vamos a dormir.
Ella lo saluda tímidamente, con los pies colgando de la silla y con el corazón apretado por la vergüenza, pensando: estúpida, estúpida, estúpida, tienes la boca mas rápida que el cerebro)
El:
Le pone el siguiente mensaje en el Messenger antes de desconectarse:
te amooooooooooooooooooooo
Ella:
Y yooooooo (mientras la vergüenza no solo la estruja, la muele, la arrastra y la vuelve a estrujar) la conversación termina.

El silencio se abre paso en medio del living del departamento de la Ciudad de Lima, solo están  ella y su vergüenza.
Ella que hasta ahora solo se siente una tonta, mira a su vergüenza a los ojos y la vergüenza la mira fijo, entonces como si de pronto la viese por vez primera, ella grita:

Gotcha!!! Te atrapé, la vergüenza son los despojos de la soberbia!!!
La vergüenza se arroja sobre ella en un intento desesperado de hacerle perder el control, pero ella se deja atrapar. Ya no se resiste, ya no le teme, se ha rendido. Jacke mate
…y esto, por alguna extraña razón la hace feliz, es como sacarse un peso de encima.
Ella mira el ordenador desesperada pues acaba de darse cuenta de otra cosa inesperada, quisiera compartirlo con el, pero no se anima a despertarlo pues todo tiene un limite. Tampoco es cuestión de abusar, pues hasta los santos hombres se cansan y no quiere que justo ese día, la mire con esa mirada de enojo que por suerte aun no conoce y espera no conocer.
Lo postea en su estado de Messenger, por si el aun esta despierto, como los niños que dejan sus dibujos sobre la mesa para que venga papá y la festeje.
Se mira a si misma y sucede lo inesperado, se sonríe, luego la sonrisa se convierte en risa y así, entre risas que resuenan en el departamento de dos ambientes en pleno centro de la Ciudad de Lima, decide contarle a ese amor de hombre que tiene de novio, la verdad de lo que sucedió, pues como dijo (claro que ella no sabia que el mensaje no era para el si no para ella, como todo últimamente) Honestidad ante todas las cosas, de eso se trata esta relación desde el principio
Le escribe un mail y se lo envía, aun con una sonrisa en los labios, y se va a dormir.

María
Ciudad de Lima, Perú
Septiembre de 2010


Confesiones VII



He estado trabajando como una posesa para no pensar en ti. Son casi las 4.00 am. Intenté dormir, mas apenas aflojé mis escudos todo se desmoronó, comencé a llorar y aun no logro detenerme.
Lo siento, lamento no ser mas fuerte, lamento no poder estar a tu lado, lamento comportarme así, como una niña caprichosa que no comprende. Lamento extrañarte tanto y sentir que me desgarro.
¿Que es esto por Dios?¿ Quien soy? Como es posible que no pueda mantenerme en pie ante una situación que se que estas manejando con responsabilidad y sabiendo el sacrificio que estas haciendo?.
Mi mente lo comprende, pero mi corazón, este caprichoso corazón que late en mi pecho no comprende de razones.
No logro comprender nada cuando de ti se trata, solo se que quiero estar contigo, a tu lado y te necesito y no logro comprender el por que esto me supera.
Lo siento, no me reconozco en este instante.
Yo, que me creí siempre tan fuerte. Yo, que me supe autosuficiente, sin necesitar de nadie.
Yo que cuando miraba a otras mujeres llorando por amor pensaba: ¡Por favor!…Yo no caería jamás en algo así, es patético.
Yo que juzgué y me situé por sobre las demás, aquí estoy…lo lamento…no te das una idea de cuanto lo lamento, por que se que quizás no seas quien crees que soy, pues en este instante no se quien es esta que te escribe.
Nunca he sentido tanto dolor por la ausencia de otro ser en toda mi vida.
Estoy enfurecida, dolorida cansada, asustada y avergonzada y no se que hacer, pues siento que si te envío esta carta seré como aquellas a las que considere débiles y patéticas, aquellas a las que juzgué y me doy cuenta de que sí, lo soy. Débil y patética.
No sabia que esto moraba en mí, realmente no lo sabia y yo, que nunca sentí odio por nadie en este momento me odio a mi misma por este egoísmo que aflora como un océano denso y oscuro.
Como puedes ver, no existe diferencia con las demás, en nada…soy mujer, soy egoísta, soy lo que ves y lo que aun no conozco de mi.
Si te desilusiono, lo siento. Jure no mentirte y no lo haré, aunque con esto te pierda para siempre pues al parecer es todo lo que conservo, mi honestidad, por que el resto lo he perdido, junto a todo lo demás que creí ser.
Lo lamento. Lamento ser esto, lamento defraudarte y lamento ser una carga y no un apoyo.
Si deseas dejar todo, lo comprenderé, pues no soy la que has visto, no se quien soy. Juro que  nunca te engañe, es solo que esto no LO conocía…no sabía que esta bruma moraba en mi. 
Lamento defraudarte y lamento aun mas defraudarme, pensé que era…tantas cosas…y ahora…no se quien soy.

Laura
Santiago de Chile
Noviembre 2009

Confesiones VIII



Como explicar lo que yo misma no comprendo? ¿como expresar este dolor que me desangra por dentro?.
No se trata de apariencias, no se trata de dolores vanos y leves, se trata de la entrega, del ser, del alma, de la vida misma. Se trata de creer en los demás, de ver que en cada uno existe oscuridad, pero también luz. Estoy en el fondo del abismo, ahora si.
Vengo de la oscuridad mas absoluta, vengo de la corrupción, del barro, del pantano y para sobrevivir elegí creer, elegí buscar lo bueno y obviar lo malo, pues todos tenemos la posibilidad de elegir y ya sabes, en las novelas siempre gana el bien.
¿Un poco iluso? Quizás, pero funcionó o al menos eso creí durante mucho tiempo. Creo que gracias a eso sobreviví, quizás por eso la gente que me rodeaba, en su mayor parte, era gente buena. Tuve suerte dirás y yo te contestaré: No, solo fue un mecanismo de protección. Un escudo secular en el que las cosas buenas pesaban mas que las malas, en que el irracional optimismo me llevo a salvarme de hundirme en la oscuridad.
¿No se tiene mucha opción cuando se es niño sabes? Por supuesto que lo sabes, has vivido en una pesadilla, diferente a la mía, quizás hasta mas cruenta, pero pesadilla al fin. Claro, tu dirás ya has dejado de ser niña y también elegiste y es verdad. Pero elegí eso, seguir siendo niña, seguir creyendo en castillos y caballeros, en paraísos y cielos estrellados, soy una creadora de ilusiones, genero paraísos en medio de ruinas y pantanos donde solo supura el dolor.
Puedo crear universos con solo ver una gota de rocío que me emocione y sorprenda, pues cuando no hay nada alrededor a lo que asirse, te entregas a las cosas mas sencillas. Con el tiempo, olvidas las cosas grandes, las cosas importantes y te conformas con lo que hay dentro de tu baldosa, dentro de ese pequeño mundo en el que te exilias para evitar sufrir. Yo me exilie a mi misma de la vida, me protegí de todo, incluso de aquello que podía ser extraordinario y como decía un poeta del cual no recuerdo su nombre “Asi vivió mi alma no se cuanto tiempo aun, realizando en el sueño, lo que le negaba la vigilia.”
No fue muy valiente de mi parte en verdad, ¿fui cobarde? No lo se, no creo que tuviese mucha opción, o quizás si, pero elegí la que me resulto menos dolorosa para mi, la que protegió mi alma de niña en aquel instante, solo que la extendí demasiado tiempo. Me acostumbre a no sentir cosas malas, me envolví a mi misma en una ilusión y gracias a ello sobreviví, a los golpes, a las humillaciones, a mi propia ceguera. Al menos hasta ese día en que nació la hembra, la vengadora, la Diosa poderosa que devoraba con sus fauces de fuego todo a su alrededor, pues ella era la oscuridad que había estado contenida en mi a fuerza de represión y negaciones. Ella, es mi Cisne negro. Ella salio a vengar todo afrenta y dolor recibido “injustamente”, ella me sacó del letargo, pero me hundió en el barro también, fue adrenalina, poder absoluto, fue caminar en el filo del abismo y sentir la sangre recorrer tus venas furiosamente. Fue aquella que dijo, oye, tu, gran maestro y filosofo que alguna vez abusaste de tu poder para tomar del cisne blanco su inocencia, usando tus palabras y la fe que te tenia la estúpida ilusa a la que tomaste sin ningún respeto ni razón, ven…te enseñare lo que es sentirse usado. Y se vengó y tu, que eres un gran señor, y tu también, pues tu inteligencia y tu arrogancia deben ser socavadas y exterminadas. El cisne oscuro se expandió, y lo deje, pues cansada como estaba de no ser, simplemente fui, oscura, pendenciera, aguerrida, poderosa, Diosa y reina de mi propio territorio. Me cree a mi misma, me funde en el dolor y en el todopoderoso ego que se alimentaba de los halagos de los ciegos, yo la reina tuerta y señora de la oscuridad camine por tierras aciagas con mi único ojo pensando que veía todo y solo era una breve fracción, solo un lado, solo una facción de eternidad.
Como no iba a proteger a otros?  A otros que habían sufrido, que estaban sumidos en la depresión, que de pronto surgieron de ese dolor y sonrieron. Que halagaba al Cisne negro y lo instaban a creer que todo lo podía. El cisne… pobre Cisne fue engañado como la otra pobre ilusa. No vio lo obvio y lo evidente, lo que todos veían, lo que todos sospechaban, el no lo vio, por que estaba demasiado cómodo en su trono del reino de los ciegos ella, la que todo lo podía, había salvado a otros seres humanos de la depresión y se sentía responsable y orgullosa de haberlo echo. Mas el único problema del Cisne, era yo, yo y mi ceguera, creyente absoluta de lo bueno, negadora de lo malo.  Todo marcho y siguió adelante hasta que tu apareciste. Solo entonces, me detuve, obnubilada por tu fuerza, que se igualaba a la mía, enamorada de tu voz que resonaba dentro mío con una armonía única en indescriptible, sorprendida por tu ternura y tu caballerosidad, por tu manera de mirarme, aquella que anhelaba sentir desesperadamente, sedienta como estaba de amor verdadero.
Cuando tus manos al fin me tocaron, El Cisne negro se desintegró, no pudo con la ternura pues no tenia armas para ello, y solo quede yo frente a ti, indefensa, expuesta y temerosa. Nadie me había tratado como tu en aquel entonces, nadie me había amado y deseado de esa manera, nadie me había mirado con tanta dulzura, de modo que me entregué por completo. Abrí mi alma, mi corazón, mi hogar, todas mis pequeñas pero únicas posesiones fueron entregadas a ti, sin dudar un segundo. Como Ruth, me recosté a tus pies deseando que nunca te fueses de mi lado, pues me demostraste, que El Cisne estaba equivocado, que la bondad si existe, que el amor, el verdadero era posible pues me arraso el alma por completo, no dude ni un instante en abrir mi alma ante ti, lo hice, temerosa y suplicando que no me lastimaras, pero lo hice, pues era lo mas valioso que tenia, lo único que había conservado protegido, lo que salve de la destrucción mientras vivía en el infierno y lo volvería a hacer, por que creí y creo en ti. No tengo secretos ante ti, no mas que aquellos que aun no logro descubrir yo misma.
Pero el dolor de una inesperada traición, me sorprendió. Confíe en otro antes que en ti, una persona a la que brindé mi amistad pensando que sentía lo mismo que yo, no quise ver lo malo pues como pensar que alguien que ha sufrido de esa manera puede estar usando eso para fines tan bajos como esos?
Algo dentro mío murió al darme cuenta de que así fue, pues la verdad esta frente a mis ojos ahora. No se como explicar lo que siento, supongo que es lo que siente una mujer violada, quisiera lavar mi cuerpo y mi alma de esa sensación de suciedad que se extiende a todo a lo que aquel ser tuvo acceso. Siento asco y repulsión y siento una traición y una impotencia de tal magnitud y fuerza, que apenas puedo mantenerme sin llorar. Pero esto no es lo peor, lo peor, es saber que mi ceguera te lastimo y ni siquiera me di cuenta.
Algo dentro mío murió. Lo se, pues he llorado en brazos de mi madre por primera vez en años. Llore por esa que murió, por la que creyó, por la que no supo perdonar, por la que hoy esta aquí, despojada de lo único que protegió durante toda su vida, equivocada  o no, mi mayor tesoro fue siempre, la confianza y la inocencia, es lo mismo que protegí y enseñe a mis hijos. La fe en los demás, en lo bueno, en ser mejores personas, en que siempre existe dentro de los seres algo que rescatar y ahora que?, que les diré? Dime como los enfrento a una realidad que dista mucho del mundo que cree para mi y para ellos? Los cristal se han hecho pedazos  y ahora solo veo espectros, rostros sin forma, espejos rotos por doquier, una desolación y soledad que no se como enfrentar. Hablo con este ser y siento esta frialdad en mi pecho pues siento aun el puñal en medio dejando escapar lo poco que queda de bondad en mi, sonrío como una autómata, y este ser sonríe ofreciéndome la luna y yo siento este asco, al saber que solo es un juego para satisfacer su enfermedad, un juego que alenté en medio de mi ceguera egocéntrica y vengativa y mientras, el puñal se sigue hundiendo mas y mas profundo, y yo sonrío. Falsa y fría como jamás he sido. Quiero tomar las joyas que me regaló y arrojarlas al mar desde esta playa desierta, o quemarlas o quemarme,  pues todo esta contaminado, supongo que es lo que siente una mujer violada, cuando se lava y se restrega la piel intentando sacar los restos de podredumbre que quedaron pegados a su piel. Asi me siento.
Esto no es un descargo de culpas, no es autocompasión, es solo lo que veo en este instante, así, fría y llanamente. No se que queda de mi, no se si podré vivir así, con esta visión carente de los cristales que protegían mi corazón, pues se han roto y ya no tengo fuerzas para crear mas, es el problema de abrir los ojos. Ya no puedes cerrarlos, ya no puedes negar lo que has visto, pues se graba en el alma y allí se queda, como una cicatriz supurante a la que no puedes obviar.  
Dime como haré ahora para creer en lo bueno. Como haré ahora para no sospechar de todos aquellos que se acercan a los que amo o a mi?. Como se puede vivir así? Tengo el corazón roto y la esperanza destruida.
 Creo que ya te he mostrado todo lo oscuro que hay en mi, incluso aquello que no sabia que existía. Ahora depende de ti, evaluar si vale o no la pena el esfuerzo de estar a mi lado. Yo estoy aquí, esperando el tiempo que sea necesario, pero si decidieras no volver, si tienes dudas por esto que ves, solo te pido que me lo digas sin dilación ni compasión alguna, prefiero un solo golpe seco y mortal a uno lento que solo lograra que la agonía se extienda innecesariamente.
Las distancias son duras, pero son reveladoras en verdad. Pues ahora se, que puedo amarte a pesar de las distancias, a pesar del  dolor, a pesar de esta luz voraz que ilumina aquello que solo fue ilusión, solo espero, que quieras volver, que esto que querías que mostrara y ahora esta frente a ti, no destruya el amor que se que sientes por mi.
Querías transparencia, querías honestidad, esta es…esto es lo que soy y lo que puedo ser… Solo Dios en su infinita sabiduría lo sabe, y espero marque mi camino, con o sin ti.
En sus manos estoy ahora, pues yo no se por donde seguir, ya no depende de mi. Solo espero y deseo que ese camino que Dios a elegido para mi, sea el mismo que el tuyo y podamos seguir juntos hasta el final, pues eso es lo que mas deseo en este mundo, pero no forzare su voluntad, el sabe que es lo mejor para ambos.

Yamila, 
Puerto Rico, 
diciembre 2007